La importancia de la evaluación conductual y la psicoeducación en los trastornos por consumo de alcohol relacionados en el éxito o fracaso del tratamiento



Cuando hablamos del trastorno por consumo de alcohol o comúnmente conocido como alcoholismo, en sud América se evidencian los siguientes datos como menciona el periódico Ahora el pueblo, por la  redacción central (2021) Bolivia es el tercer país con mayor consumo de alcohol, siendo este la droga legal más consumida, de acuerdo con un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el país cada persona consume una media 8,9 litros de alcohol al año, por debajo de Chile que consume 9,6 litros y Argentina 9,3 litros, datos que nos sirven de partida para evidenciar dos cosas uno el creciente consumo de alcohol en Bolivia y que cuando hablamos de trastorno por consumo de alcohol la mayoría se centra en el no beber, puesto que dentro de las ferias que se instauran hablan solo de eso llegando al objetivo de concientizar, haciendo menos hincapié en la prevención y el tratamiento, convirtiendo en estas  intervenciones en una promoción, porque hablar de drogas es promoción no prevención (Limachi 2020) Además  este tipos de datos y estudios evidencian como aumentan el consumo pero no se realizan estudios nacionales o locales de como aumentan las rehabilitaciones o cuales fueron los factores que evidencian un grado de importancia en la rehabilitación, y como usuario y familia se encuentran con falta de información. Y cuando logran acceder a una comunidad terapéutica después de algunos meses o incluso años se tropieza con métodos o tratamientos sin evidencia como ser la Teo terapia y Ayahuasca por mencionar algunas, que solo confunden más a los usuarios como también a las familias, mostrando ahí que son tratamientos que no están basados en la evidencia, pero a diferencia de estos tratamientos las guías de NICE y la APA (guías de tratamientos eficaces inglesa y estadounidense por mencionar solo algunas), más del 75% de los tratamientos sugeridos para determinados trastornos son cognitivo conductuales. (Herrera M. 2018). Siendo la Terapia Cognitivo conductual el tratamiento que logra evidenciar dentro de una evaluación conductual los factores de riesgo que llevaron a esta familia y al usuario al punto donde nos encontramos. Motivo por el cual el presente ensayo busca evidenciar la importancia que tiene la evaluación conductual y la psicoeducación dentro de la intervención en el trastorno por consumo de alcohol relacionado al éxito o fracaso del tratamiento.

 

¿Qué es la psicoeducación?

Para Ruiz M. (2012) Es una labor durante el cual el terapeuta va conceptualizando el problema del paciente, explicando su origen y mantenimiento, apuntando posibles relaciones funcionales, y explicando la lógica del tratamiento, en algunos casos también se involucran al ambiente del individuo, como por ejemplo a la familia o pareja, ya que la psicoeducación también tiene la función de la no estigmatización de los trastornos psicológicos. (Herrera, 2018), tanto para la familia y el usuario, sirve de inicio el diagnóstico multidimensional, evidenciando los aspectos que han podido contribuir en alguna medida al síndrome desde una perspectiva bio-psico-social (mayor1995).

Para contrastar lo antes mencionado con los datos que brinda proyecto hombre (2012), se evidencia una mayor percepción de existencia de problemas familiares tanto con la pareja (72,3%) como con la familia de origen (79,4%) por parte de las mujeres y en cualquier caso en un porcentaje muy elevado, lo que implica necesariamente un trabajo específico sobre este aspecto de las relaciones afectivas y el rol que cada uno puede asumir en el entorno familiar.   

Asimismo, Herrera M. (2018) menciona que, con una información adecuada y precisa, teniendo en cuenta las posibilidades del individuo y su situación, con frecuencia el paciente puede ampliar su punto de vista acerca de la problemática, poniéndolo al tanto también de sus fortalezas y recursos funcionales de afrontamiento. De esta manera se disminuye el riesgo de recaídas y se genera sinergia (potenciación del tratamiento). No por nada Proyecto hombre, desde sus orígenes, ha considerado a la familia como uno de sus “pilares” básicos de funcionamiento, apoyo y recuperación de la persona. (proyecto hombre, 2012). 

Como herrera y otros grandes autores Secades y Fernández (2000) a partir de sus estudios sobre retención en los programas de comunidad terapéutica realizaron una serie de recomendaciones para mejorar estas tasas de retención en el programa referidas tanto a los usuarios (restringir criterios de inclusión, incremento en la motivación inicial para adherirse al programa), como los referidos al propio programa (adaptarse a las necesidades individuales de cada grupo de personas con adicciones diferentes, implicar a personas allegadas, terapias de incentivo y manejo de contingencias y también combinar terapias farmacológicas y psicológicas) y también a los terapeutas (mejorar la formación, incentivar, motivar, y tener una continuidad y estabilidad en el tratamiento). 

¿Qué es la evaluación conductual?

Para Alanzo y Ortiz (2015) la evaluación conductual es un modelo que ayuda a formular, evaluar y hacer planes específicos de intervención por lo que se examinan condiciones ambientales y las variaciones específicas que ocurren en el comportamiento de las personas, con la intención de determinar su influencia en el funcionamiento del paciente, llevando a cabo un proceso de evaluación que influye en el foco, contexto, individuos, forma, y herramientas de evaluación, así como la estrategia de integración de los datos obtenidos. De esta forma se ve que los métodos y la aplicabilidad de la evaluación conductual evolucionaran necesariamente en la medida en que se amplie el conocimiento sobre los fenómenos objeto de medida u sus métodos vayan depurándose (Ruiz, Diaz, 2012).   

¿Porque son importantes?

Para ejemplificar el grado de importancia de la evaluación conductual, dentro del tratamiento cabe mencionar a un método llamado entrevista conductual, que tiene por objetivos la identificación de las conductas objetivo y definirlas en términos conductuales, además de identificar las consecuencias de la conducta problema e identificar los recursos y fortalezas del paciente evidenciando de esta forma los factores de riesgo y de protección dentro del caso. (Ruiz y Diaz 2012)  

Igualmente, se cuenta con otro método llamado observación conductual, que dentro de comunidad terapéutica e intervención ambulatoria sirve para obtener información más detallada acerca de las conductas problema identificadas, este método puede ser realizada por el propio terapeuta o por familiares o por el usuario mediante las técnicas de autobservación (Ruiz y Diaz 2012)   

De la misma forma, cabe mencionar a la evaluación cognitiva conductual, siendo el auto registro el procedimiento más utilizado para la evaluación de los contenidos cognitivos

Estos métodos de la evaluación conductual están afectados por las siguientes variables, el nivel de desarrollo intelectual del cliente, el grado de afectación del funcionamiento cognitivo, la reactividad al método de evaluación, la posibilidad de cooperación de las personas del entorno, cabe mencionar que esta última variable implica la participación de personas allegadas: familia, profesores, miembros de la platilla de la institucion. Y cuando se usan los autoinformes con la participación de las personas alegadas el estudio del tratamiento de auto cambio dirigido (ACD), muestra que los autoinformes colaterales confirman los autoinformes de los usuarios un chequeo de la integridad del tratamiento en cuento al cumplimiento de los terapeutas con el protocolo del estudio mostró un cumplimiento uniformemente alto tanto en la condición individual como en la grupal (Carter y Sobell, 2015). Evidenciando de esta manera el grado de importancia de los métodos y la participación de las personas alegadas o familia.    

Por consiguiente, los datos del alcohol son importantes, pero también así el grado de responsabilidad de las familias para que una persona consumiera, consuma y pueda consumir alcohol, siendo este un factor de riesgo o de protección, relacionados con el éxito del tratamiento e incluso mencionarlos ayuda a la mejora de los programas que trabajan con esta población. En primer lugar, para diseñar estrategias de tratamiento y de rehabilitación encaminadas a las necesidades específicas de los usuarios y sus familias. Por otro lado, en el caso de la prevención para dirigir la aplicación práctica en los programas educativos en aquellos jóvenes y familias que presenten un mayor riesgo de consumo y de recaída.

Sin embargo, en la investigación sobre resultados terapéuticos no es tan fácil ni abundante en la literatura sobre el tema, menos aun si se trata de estudios a largo plazo. En relación al conjunto de variables que parecen influir en el mantenimiento a largo plazo de los resultados de los tratamientos en drogodependencias, y más específicamente las variables relacionadas con el éxito o abandono en los programas de comunidad terapéutica, el presente ensayo pretende por un lado presentar la importancia de la entrevista inicial e identificar los factores de protección y de riesgo más evidentes por las características del consumo, situación personal y familiar que pueden relacionarse con el éxito o fracaso del tratamiento dentro de comunidad terapéutica.

Conclusiones 

Si bien dentro de Bolivia, no se evidencia este tipo de análisis si se cuenta con historias clínicas que muestran este factor psicosocial como preponderante dentro de un resultado exitoso o abandono de la comunidad terapéutica, puesto que lo importe en estos datos es la estrecha relación encontrada entre conflictos familiares, abuso emocional o físico, consumo de alcohol y abandonos del programa, la única variable significativa para las altas terapéuticas es precisamente tener poco contacto con la familia.(proyecto hombre 2012) Esto debería hacer reflexionar sobre los factores en los que está incidiendo las actividades del programa de rehabilitación, pues habría de tener encueta estos conflictos para resolverlos. Ya se trate de conflictos anteriores al programa o bien como consecuencia de ella, son los factores que pueden estar manteniendo un gran malestar del usuario que haga que abandone finalmente el programa. Es por esa razón que dentro del programa de rehabilitación tanto de comunidad terapéutica y de forma ambulatoria, se integra a la familia no como vigilantes de la abstinencia sino como parte del problema, dando psicoeducación y dentro de esta enseñándoles cómo comportarse, como reaccionar, como interactuar de una forma asertiva intentando disminuir esa fuente de conflicto convirtiendo a los padres y a la familia entera en un factor de protección, solo de esta manera coadyuvaremos en el desarrollo de su propia autonomía e independencia.(Limachi 2021)  

Finalmente, al mencionar a Herrera M. (2018) nos ofrece una conclusión al mencionar a las familias y pacientes puesto que, al ofrecerles información clara y acertada, logramos también que se sientan menos impotentes para convertirse, en algunos casos, en colaboradores de la terapia. Estos factores personales y familiares que inciden en los abandonos del programa pueden ayudar en un futuro las estrategias de tratamiento e integración que se realizan dentro de las comunidades terapéuticas porque pueden ser considerados como un factor de riesgo al que habría que prestar especial atención cuando los usuarios acceden por primera vez al programa, para trabajar sobre ellos y que la tasa de abandono fuese menos cada año. (proyecto hombre 2012)  




 Gustavo Bruno Limachi Tapia

PSICOLOGO – TERAPEUTA


Autor del libro, ¡Vive! Realmente

Psicólogo clínico titulado en la Universidad Mayor de San Andrés - Bolivia, especializado en España como terapeuta experto en comportamiento adictivo. Trabajó como docente en la universidad Franz Tamayo (UNIFRANZ)

Psicólogo de la comunidad papá Juan XXIII La Paz - Bolivia.

Asimismo, es conferencista internacional.

Con más de 12 años de experiencia.


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